martes, 23 de junio de 2009

¿UN ESTILO DEFINIDO?





En la escuela de arquitectura, en esa etapa de descubrir lo que nos gusta y lo que no, desarrollamos un estilo, hasta el punto que sabemos, sin verlo antes, de cual de nuestros compañeros es cada trabajo entregado.

Solían acusar de anticuado, ridículo, o poco creativo a cualquiera que se ocurriera usar los techos inclinados y en varias aguas, “bizcochitos”, el estilo de techos planos, moderno o contemporáneo eran los favoritos. Pero la realidad al salir de la universidad y entrar al mundo laboral es que tu estilo puede llegar a ser una limitante en un mercado cada vez más crítico y competitivo.

Creo que todos los estudiantes, incluso el más rígido ante su estilo debe reconocer que al cliente hay que complacerlo. Pero también hay extremos, no falta el cliente que quiere la casa más personalizada del mundo, aplicada a cada una de sus costumbres; muchas veces pidiéndonos dejar de cumplir reglas que sabemos son vitales para el buen funcionamiento del proyecto.

Entonces, colegas y preocupados por la arquitectura, ¿de cuál lado nos ponemos?, ¿ el cliente o el arquitecto?. ¿El arquitecto realmente tiene la libertad creativa para tener un estilo, o es simplemente un dibujante de las ideas de un cliente caprichoso y desconfiado de su talento?

Se me ocurre quizás que una materia vital para agregar al pensum o un área en que nos conviene trabajar a todos sería es un poco de psicología, mercadeo y persuasión, es quizás el talento más importante y necesario para vender bien nuestra idea, esto es más fácil claro, cuando la idea es buena y cedemos un poco de nuestros deseos pensando en el cliente.

Es por esto que con el poder que me da tener mi opinión declaro un empate, un buen cliente que le tenga confianza a su arquitecto le dará la libertad para este busque el mejor diseño y un buen arquitecto no se conformará con nada menos que un cliente satisfecho.

Y en cuanto a los techitos, no tendré la experiencia de años para sostener esta idea pero: la proporción, el cambio de materiales, definición de espacios, y detalles, pueden hacer un diseño moderno, creativo y a la vez enlazarnos con el contexto de la arquitectura vernácula y lo que nuestros clientes, atados a lo que conocen, prefieran.