Algunos movimientos drásticos se han dado en algunos sectores de Santiago de los Caballeros, ciudad en la que vivo. El mercado inmobiliario es activo, no se detiene, el dominicano tiene y sabe que invertir en bienes raíces, terrenos, apartamentos y casas es una forma segura y estable para sus inversiones, por lo que se mantienen siempre tratando de ser dueños de su casa, o tener alguna "tierra". Aun pasando limitaciones económicas las personas esperan para vender sus solares confiados en que algo pasará y que llegará el interesado dispuesto a pagar lo que ellos piensan vale su propiedad.
El gran movimiento del mercado inmobiliario hace notar que lo nuevo supera lo viejo: en calidad, en materiales, en distribuciones espaciales, en localización, cuidado si en precio debido al volumen que manejan algunas constructoras. Esto ha provocado que algunos apartamentos que en su momento brillaron como excelentes soluciones para vivienda hoy se vean repletos de letreros de "SE VENDE", y pienso: sera que ese es el destino de todos?, quedarse atrás?. Vemos sus pinturas deteriorarse debido al tiempo y a la falta de un mantenimiento apropiado, algunos con un poco funcional estacionamiento donde se asigna un lugar por apartamento, limitante en estos días donde todos nos hemos tenido que resolver individualmente nuestro transporte comprando un vehículo.
Es hasta injusto tomar algunos residenciales antiguos y compararlos con los nuevos: servicios, gas común, áreas comunes con inversores, estacionamientos debidamente protegidos, algunos techados, con áreas de esparcimiento incluidos como: piscinas, áreas de juegos de niños y formas arquitectónicas mas atractivas, donde las distribuciones ya están adaptadas con características en las que ha cambiado mucho el gusto de la gente en el tiempo, las cocinas y la preferencia por espacios abiertos, las habitaciones principales con sus vestidores, baños de visitas, y el tradicional cuarto de servicio que ha pasado a simple desahogo, las grandes casonas ahora las reemplazan las casas en urbanizaciones cerradas o sus dueños han preferido los apartamentos tipos torres más cerca y más seguras con todas las comodidades y menos mantenimiento.
Los sectores fantasmas ya son una realidad y las opciones para los dueños de estos apartamentos y casas son pocas, ven su inversión perder valor con el tiempo, no tienen como ponerse de acuerdo con otros propietarios de apartamentos para hacer las mejoras (que a veces son mínimas) que traerían su residencial a estos tiempos con cambios de materiales relativamente poca inversión.
Me realizado un ejercicio de imaginar como arreglar o combinar con lo existente algunos proyectos para traerlos a la actualidad, en algunos de ellos el potencial es grande. Veremos que tendencia prevalece, si todos venden o si logran ponerse de acuerdo y hacer reparaciones mínimas de subsistencia, el tiempo dirá.
Mientras es desalentador encontrar todos los letreros de Se Vende en algunos sectores ya Fantasmas...
